Cómo casarte con un chef

En casa de abogados, los niños salen cocinando. Creo que eso es un hecho. Mis padres llegaban de noche y la alacena de mi casa tenía todas las variedades de espagueti Chef Boyardee que se puedan imaginar. Inevitablemente, a los 7 años ya estaba inventando cómo hacerle para comer otra cosa.


Mi primera receta fueron unas habichuelas guisadas mezcladas con queso Cheez Whiz y galletas Export Soda de una consistencia muy peculiar. Todavía me acuerdo. Pero no estaban malas, les diré.

Mis papás y mis hermanos se las comieron sin preguntar qué tenía la olla. Hasta limpiaron el plato. De ahí en adelante, la cocina de mi casa no la tocó más nadie. ¡Qué remedio!

Creo que por eso siempre quise casarme con un chef. La idea de que un hombre bien parecido, como Anthony Bourdain o Tyler Florence, me relevara de mis deberes culinarios y se pusiera a inventar un sinnúmero de recetas fabulosas, me pareció una propuesta muy atractiva.

Pero ese no fue el caso. Ninguno de mis novios fueron chefs. He conocido a químicos, ingenieros, pero chefs, no. Sabrán que cuando encontré al “one and only” decidí tomar cartas en el asunto. Estaba decidida. A las buenas o a las malas, Nabol iba a aprender a cocinar.

No fue tan difícil como pensaba. Como todo en la vida, la clave de convencimiento está en cómo vendas las ideas. Si quieres que tu marido sea chef, tranquila. Envuélvelo en una experiencia de la que no se pueda resistir. Igual que el gimnasio o los video juegos que tanto adoran, hay que venderles la cocina como otro refugio maravilloso para escapar de la rutina.

Poco a poco, le fui cambiando la perspectiva de la cocina. Lo invitaba a cocinar con una botella de vino o preparábamos la comida escuchando esa música espantosa de adolescente rebelde que le encanta. Las velitas también son importantes, al igual que preparar sus aperitivos favoritos. La idea es qué se sienta bien, cosa que se acostumbre a compartir ese tiempo en la cocina.

Poco a poco, lo enseñé a cocinar y lo dejaba que inventara también. Por malo que estuviera quedando el invento, siempre fue importante decirle lo bien que le estaba quedando "su creación". Luego de un tiempo, fue entendiendo todo el amor que va envuelto en cada uno de los platillos que preparábamos juntos.


Las primeras recetas del chico fueron totalmente espantosas. Con sabor a perfume, sal por todas partes y un arroz amogollado que ni te cuento. (Se los advierto.) Pero, con el tiempo, fue aprendiendo.

Sin darme cuenta, la cocina de mi casa ya no es solo mía. El nene de casa ahí manda más que yo. ¡Le tengo que consultar hasta para escoger el tipo de pan que se compra en casa! Me divierto bastante. Incluso, nació Verdelicias.

En el proceso de cocinar en casa y 4 años de evolucionar el blog, no puedo creer mi fortuna. Tengo el privilegio de compartir un espacio que es tan mío con alguien que entiende por qué es tan especial. ¿Quién lo hubiera dicho? La cocina es un ritual verdaderamente mágico.

6 comments:

  1. Me he reido tanto con tu receta de niña, que si consiguiera Cheez Whiz en Italia(me hace muchaaaa falta) ya estaria probando ;)
    ... y que decir de tu Master Chef: Felicitaciones!!!
    Tenia que pensarlo muy bien antes de casarme ;)
    PD: donde los consigo en twitter por favor, para poder agregarlos?

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    1. La verdad ya no recomendaría esa receta Jajajaja Gracias por las felicitaciones. En Twitter nos consigues @Verdelicias :-)

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  2. Esas habichuelas guisadas con Cheez Whiz hay que verlas para entenderlas porque se oyen "EXOTICAS". ¡Ja,ja!

    Yo también tengo un chef en casa gracias a sus padres que desde pequeño le enseñaron a cocinar a todos los varones en su casa y a mi suegro que se pasa inventando en la cocina. De verdad que cuando ellos cocinan lo hacen muy bien. Creo que fue mi esposo el que me jugó el truquito de motivarme en la cocina y es la razón por la que ahora soy creativa....Ahora me doy cuenta que usó tu misma táctica, pero a la inversa. ha!!! Caí como boba!!!

    Me encantó el artículo y estoy super feliz de que mi prima viequense vaya a casarse con Nabol. Les deseo toda la felicidad del mundo.

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    1. Ay, que linda prima. Se agradece... Todavía nos quedan unos meses, pero por ahí va la cosa. Con todo los planes, me salió un post! Ya sabes cómo somos las blogueras!

      Las habichuelas definitivamente no las recomiendo ya, pero en aquel momento vendieron muy bien jajajaja Y en cuanto a tu esposo, estoy 100% de acuerdo. Él sabe muy bien lo que estaba haciendo y les resultó de maravilla porque tienen una familia súper hermosa. Es cierto lo que dicen... El amor entra por la cocina!

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  3. Love the story! I ate a lot of chef Boyardee when I was little too. You both look really happy!

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