Ese pedacito de cebolla todavía sirve

Se dice que mi generación ha sido más que privilegiada por las nuevas tecnologías, libertades y comodidades que existen en el mundo moderno.  Sin embargo,  la verdad es que también nos ha tocado vivir la peor economía desde la Gran Depresión y nos sacrificamos increíblemente por tener la mismas oportunidades que gozaron nuestros padres.

Más allá de soñar con una casa o el trabajo perfecto, disfrutar de algo tan sencillo como una nevera llena de alimentos saludables ya no se consigue tan fácil como antes. Mientras una familia de cuatro comía por $100 dólares cuando era pequeña, hoy día $100 dólares es una compra de cuatro días para una pareja sin niños. Demás está decir que Nabol y yo estamos hechos unos expertos en reciclar comida, y ya sea por necesidad o por el deseo de comer bien, nos hemos inventado una variedad de platillos que nos llenan de orgullo.

Y qué coraje que nos da cuando vemos a la chef de Food Network Giada DeLaurentiis tirar a la basura la mitad de los cebollines que le sobran. “Ahí se fue el asopao’ de la semana”, decimos entre nos con cara de espanto. En casa no se bota nada.

Un pedacito de calabaza que sobra de las habichuelas es un puré de verduras al día siguiente, y el pan que no comemos termina en el budín para el postre. Hasta el vino que no tomamos, se convierte en la sangría del fin de semana. Es cuestión de hacer menús estratégicamente y mirar con ojos creativos los ingredientes que nos están sobrando. Siempre sirven para una pasta, una ensalada o un arroz guisado.  

Incluso muchas veces podemos “revivir” los ingredientes con un poco de agua, caldo, especias o aderezos. También puedes anticipar cuando se te van a dañar algunos ingredientes y no tendrás tiempo para comerlos todos. En ese caso, solo tienes que “extenderle” la vida a tus alimentos preparándolos por adelantado y congelarlos o guardarlos para tener comida rápida durante la semana. Un buen ejemplo de esto es cuando hacemos sopa con los vegetales que sobran y la congelamos por un par de semanas.

Lo mejor de todo es que cuando usamos nuestros alimentos  inteligentemente terminamos con un poco más de presupuesto para soñar bajito en esas cosas que queremos para nutrir nuestro futuro.  Como dicen por ahí, barriga llena corazón contento y cartera precavida vale por dos.

A continuación les comparto algunas ideas y recetas de nuestros “reciclados” favoritos. Y si todavía necesitas ideas, conéctate con nosotros @verdelicias.

IDEAS: 

Leftover habichuelas = arroz guisado

Leftover de vegetales hervidos = sopa, fajitas vegetarianas, arroz, stir fry

Pan viejo, pancakes o bizcochitos = budín de pan, french toast o capirotada mexicana

Arroz Leftover = ensalada de arroz con huevos hervidos y vegetales (reconstituyes el arroz con agua), asopao de vegetales con arroz, arroz guisado, pasteles de arroz, arroz frito

Tortillas = tortilla soup,”lasagna” de vegetales con tortillas, tostadas con cetas y queso o tortillas al horno con azúcar, canela y leche condensada

Leche cerca de expirar = natilla, dulce de leche 

Frutas = batidas, postres, ensaladas

Pedacitos de cebolla, tomate y otros vegetales = sofrito, salsa, sopa o una buena tortilla

Avena = Galletas, mascarillas para suavizar el cutis

Guacamole = mascarillas para suavizar el cutis

RECETAS:

Pizza de espinaca y vegetales: Esta receta se nos ocurrió para darle uso a la espinaca cuando está a punto de dañarse. De paso usamos el pote de pimientos morrones que tiende a dañarse fácilmente y otros vegetales que si no se comen se dañan también.  Incluso el Naan que usamos como masa para la pizza es parte del leftover que sobró de nuestro restaurante mediterráneo favorito. Sólo añade un poco de tu salsa marinara favorita, los vegetales y queso mozzarella.

Ensalada de pan de maíz: Esta receta es una imitación de la que preparan en la cafetería en el St. Jude Children’s Research Hospital, donde trabajo actualmente. Los niños son locos con la rica combinación de sabores. Para esta receta aunque el hospital usa pan de maíz recién horneado, me pareció que era una buena idea reciclar el pan de maíz que se queda en la nevera. Sólo hay que desmenuzarlo, añadirle cebolla picadita, tomate picado, queso cheddar rallado, unas gotitas de salsa picante (opcional), cebollines picados (opcional) y pepinillo picado en cubitos pequeños (opcional). 


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