Todas nuestras preferencias culinarias tienen una historia, y si hay una persona responsable de mi fascinación con la cocina española, definitivamente es mi madre. Gracias a ella, no solo tengo dos hermanos nacidos en Galicia y mil historias increíbles de su vida en Santiago, sino que para bien o para mal, sé exactamente a qué debe saber una tortilla española, una tarta de santiago o un caldo gallego bien hecho.
Y digo para bien o para mal, porque no hay persona más quisquillosa que yo cuando se trata de platillos tradicionales de España, lo cual es una bendición o maldición dependiendo de cómo se vea. Pero además de eso, me apasiona saber que sigo cultivando ese gusto por las recetas que mi madre aprendió en el Santiago de los 70s y aprovecho ocasiones especiales para darme un viajecito culinario a uno de mis destinos favoritos: España.
Hace unos días, precisamente, uno de mis mercados predilectos en San Antonio, Central Market celebró “Pasaporte España”, una festividad especial donde se le da homenaje a la comida de las diferentes regiones de España, y me pareció una manera excelente de inspirar a las personas a explorar alimentos de lugares tan mágicos como este.
La preparación de platillos españoles nos dan la oportunidad de usar especias como el azafrán y el pimentón, de experimentar con sofritos y escabeches, o de utilizar su rica variedad de granos y verduras en potajes, ensaladas o deliciosas tapas. Además, es interesante mencionar que los platillos no solo están influenciados por las diferentes regiones de España, sino por las civilizaciones que han conquistado a España en el pasado, como lo fue la cultura morisca.
De hecho, la cocina española está tan influenciada por otras civilizaciones que no fue hasta el comienzo del siglo XX que cobró identidad propia, y de esta manera, se fue desarrollando hasta convertirse en lo que algunos autores denominan como “Cocinas de España.” Se le dice en plural porque de un lado, tenemos a la cocina clásica y popular fundamentada en las tradiciones e influencia religiosa, y del otro lado, tenemos a la cocina actual que emplea técnicas novedosas de cocina de autor, con chefs reconocidos a nivel mundial.
También es importante mencionar que la cocina española es por lo general muy saludable y su influencia mediterránea es recomendada como parte de una dieta nutritiva. Muchos de sus platillos se preparan, por ejemplo, con aceite de oliva en lugar de aceite animal, y se propone una porción más saludable de carbohidratos en la dieta. Además, se consumen nueces y granos regularmente, al igual que vegetales ricos en fibra y una variedad de frutas frescas.
Para que den el primer paso a este viaje culinario, a continuación les comparto una de mis recetas favoritas: Potaje Castellano.
Pon a remojar ½ kilo de garbanzos con una hoja de laurel por una noche. Entonces, para preparar el brebaje, pica 2 zanahorias, media cebolla y ½ kilo de espinacas. Hierve los garbanzos, las verduras picadas y el laurel. Deja a fuego lento un par de horas, o lo puedes hacer en olla a presión, pero el tiempo de cocción se reducirá considerablemente.
Luego, prepara aparte un sofrito con media cebolla picada y 4 dientes de ajos picados y los sofríes en aceite de oliva. Añade una cucharada de harina, una de pimentón y un poco del caldo de los garbanzos. Después, agrégalo a los garbanzos y déjalos cocer otros 5 minutos. Sirva con huevo picado y sal a gusto.
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